EFEMÉRIDES SEFARDÍES, DESDE EL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIOS MOISÉS DE LEÓN – (Más información en Sefardies.es) El día 15 de mayo de 1462, se publica la bula Dum fidei catholicae, por la que el papa Pío II (1458 – 1464) da instrucciones a su nuncio en Castilla, y obispo de León (1464 – 1469), Antonio Jacobo de Veneris, para que proceda al nombramiento de inquisidores (en la imagen, auto de fe en Madrid).
El día 16 de mayo de 1611 nace el Papa Inocencio XI. Durante su papado "mostró un grado de sensibilidad en su trato con los Judios en los Estados italianos”. Obligó a la ciudad de Venecia a liberar a los prisioneros judíos tomados por Francesco Morisini en 1685. También desalienta bautismos obligatorios que, en consecuencia se hicieron menos frecuentes en su pontificado, pero que no pudo abolir la vieja práctica por completo. En 1682 promulgó un edicto por el cual cesaban todas las actividades de préstamo de dinero realizadas por los judios romanos. Sin embargo, en última instancia, convencido de que tal medida causaría mucha miseria, por la destrucción de los medios de subsistencia de muchos romanos, retraso el cumplimiento del edicto dos veces.
El día 17 de mayo de 1727 fallece Catalina I de Rusia. Catalina fue la segunda esposa de Pedro el Grande,y gobernó Rusia durante dos años después de la muerte de Pedro. Durante ese tiempo, una de sus disposiciones fue un edicto expulsando a los judios tanto de Ucrania, como del resto de Rusia, negándoles el derecho a regresar.
El día 18 de mayo de 1484 se autoriza por el concejo de la ciudad de Murcia (España), que las mujeres judías pudieran lavar donde lavan las otras mujeres cristianas, sin pena alguna, por cuanto así se había acostumbrado siempre.
El día 19 de mayo de 1490, se dicta en Valladolid (Castilla y León / España), por el obispo de Córdoba, Don Iñigo Manrique, del Consejo de los Reyes Católicos, una sentencia que vino a resolver el enojoso pleito suscitado entre el párroco de la iglesia de San Pedro, de Bembibre (el Bierzo), Diego González y la aljama judía del lugar, representada por Rabí Isaac Connueto. El párroco había trocado en iglesia una sinagoga recientemente edificada “mas rica e mas sunptuosa que la que antes tenían”. “Por aquesto justamente la merecieron perder”. Aunque devuelta por breve tiempo al culto judaico “por la justicia seglar de la dicha villa”, el prelado decidió, en calidad de juez árbitro, que la sinagoga, sacara de allí la Torá, y continuara como iglesia. Es el único caso de un edificio que habiendo sido sinagoga se encuentra en medio de la plaza principal de la población, en vez de hallarse como es usual, junto a las murallas de la ciudad. Hoy todavía existe y es la conocida como Iglesia de San Pedro.
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