HABLEMOS DE LA BIBLIA, CON IRIT GREEN - Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de David. ¡Qué maravilloso y agradable es cuando los hermanos conviven en armonía! Pues la armonía es tan preciosa como el aceite de la unción que se derramó sobre la cabeza de Aarón, que corrió por su barba hasta llegar al borde de su túnica. La armonía es tan refrescante como el rocío del monte Hermón que cae sobre las montañas de Sión. Y allí el Señor ha pronunciado su bendición, incluso la vida eterna.
HUELLAS - Recuperamos programas antiguos en los que Manuel Sanvicente nos facilitaba el producto de sus investigaciones en torno al posible origen judío de...
JAQUE A LA MENTE, CON RENÉ MAYER - La conocida como escuela hipermoderna de ajedrez promueve una nueva forma de jugar contraria a la...
JUDEOFOBIA: HISTORIA DEL ODIO, CON GUSTAVO PEREDNIK – Tras el triunfo de la Revolución Comunista en 1917, la actitud personal de Lenin (que nunca...