EL BUEN NOMBRE, CON ALEJANDRO RUBINSTEIN - Desde la irrupción de la Haskalá (el Iluminismo) como corriente que propiciaba la integración social de los judíos en sus comunidades vernáculas a finales del siglo XVIII, se vino dando (especialmente en las áreas de habla germánica) un proceso de creciente adopción de nombres de origen cristiano. Por ejemplo, las Esther comenzaron a llamarse Emilia; Salomón y Samuel Sigmund (conservando en muchos casos cierta similitud fonética con el shem hakodesh hebreo); Avigdor fue Víctor; Isaac Isidro; Sara se llamó ahora Sabina; Rebeca Regina; o Zeev Wilhelm.
MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI - El nombre y la gloria de Sabetai llegaron hasta el Yemen y el Kurdistán;...
LAS EDADES DEL TOTALITARISMO, CON RICARDO LÓPEZ GÖTTIG - El caso Slánský (oficialmente "Proceso sobre la conspiración contra el estado en torno a Rudolf...
ACTOS EN DIRECTO - El martes 7 de mayo de 2019 tuvo lugar en los salones de la Comunidad Judía de Madrid la ceremonia...