UN BACARI SUELTO EN LAS ONDAS - No podrían ser más distintas: Jerusalén, la capital, la historia, las raíces, eterna, escondida entre montañas, humilde y espiritual; Tel-Aviv, la capital cultural, en constante evolución: solteros, bicis, armonía, mar, abierta toda la noche. Como dice Sergio Bacari, si Tel-Aviv es un perro fiel, Jerusalén es un gato sin amo. Pero ninguna, por opuestas que sean, sobreviviría sin la otra en el espacio y tiempo que les ha tocado vivir.
JAQUE A LA MENTE, CON RENÉ MAYER - Después del encuentro mundial suspendido en 1984, hubo un segundo Kárpov-Kaspárov en 1985 en Moscú al...
HUELLAS - Os damos la bienvenida a esta reposición que forma parte de la gran colección de apellidos consultados acerca de su posible origen...
LAS EDADES DEL TOTALITARISMO, CON RICARDO LÓPEZ GÖTTIG - La revuelta de Poznań de 1956 fueron las primeras de varias protestas masivas llevadas a...